ENTRE HUESCA Y MASSACHUSETTS Mariano de Meer (Huesca, 1976) aparca de momento la novela –en zona azul y sin dejar de echar monedas– y se sube al carro de este conjunto de relatos que ha ido recopilando en los últimos dos años. Con sus historias cortas, el autor oscense, que reside en Massachusetts, nos lleva desde las realidades más cotidianas a las más disparatadas, aprovecha alguna fecha señalada del calendario o alguna tradición para adentrarnos en un misterio o nos descubre, debajo de la piel de sus personajes y escenas, una realidad oculta y sobrecogedora. En sus relatos, Mariano de Meer nos describe una estampa cotidiana. Una compañía telefónica o un producto de la teletienda, una gestión administrativa o una decisión municipal nos introducen en un curioso mundo de imágenes hilvanadas por el humor. Es cuando lo cotidiano da paso a lo rocambolesco. En otras ocasiones, una celebración o una fecha señalada, una tradición o una costumbre (como el Día de San Valentín o el Día de Acción de Gracias) abren la puerta a un acontecimiento sorprendente en el que la intriga y el suspense manejan los hilos de la narración. Y no son pocas las historias en las que el misterio se adueña de la trama y envuelve tanto a los personajes como al lector, que tienen que pellizcarse para encontrar la verdad que la historia nos revela y desenmascarar la realidad entre las sombras, el sueño y la muerte. Unas sesiones de rehabilitación, un encargo editorial o una entrega de notas nos hacen asomarnos a un abismo que consigue que todo se tambalee. En esta curiosa mezcla de ironía, humor y sorpresa se encuentra el arte narrativo de Mariano de Meer. El autor de Intrusos de papel (Pirineo, febrero 2013) y de Historias de humo (Pirineo, noviembre 2013) despliega en sus relatos su poderosa imaginación y su extraordinaria capacidad de crear intriga y de dibujar un cuadro cotidiano lleno de humor. En cada historia corta el lector descubre una revelación inesperada, reconoce y se sonríe ante una escena de lo más cotidiano y se deja envolver por unos personajes que acaban zarandeándolo para que comparta con ellos su propia turbación.